Si trabajas de manera híbrida, y ya tienes una rutina establecida de 3 días en la oficina y los demás días de forma remota, ¿Cómo te sentirías si te dijeran que ahora debes regresar a trabajar presencialmente los 5 días de la semana?
Seguramente tu impresión cambiaría, y sin duda, no sería fácil. Cuando uno ya tiene una rutina diaria y un horario al que se ha acostumbrado, el simple hecho de pensar en cambiarla puede ser difícil de asimilar y adaptarse rápidamente. Sin embargo, vivimos en un mundo en constante cambio, y adaptarse es esencial. Si no lo hacemos, podríamos llegar al punto de quedar desfasados o quedarnos en la edad de piedra.
Este es el caso de Amazon, donde uno de los principales ejecutivos de la compañía reafirmó recientemente la nueva política de trabajo, que implica el regreso obligatorio a las oficinas los 5 días de la semana. Esta noticia, como era de esperarse, no fue bien recibida por algunos empleados. Sin embargo, el ejecutivo fue claro y afirmó que aquellos que no estén dispuestos a cumplir con ese horario deberían considerar buscar trabajo en otra empresa.
Según un reporte de Yahoo Finance, el ejecutivo mencionó que «los principios de liderazgo de la compañía, que dictan cómo debe operar Amazon, eran demasiado difíciles de cumplir bajo la política actual».
Aunque la virtualidad y la tecnología han avanzado significativamente, no debemos olvidar un aspecto fundamental: como señaló Aristóteles en su obra Política, «el hombre es, por naturaleza, un animal social». Esto significa que, aunque la virtualidad facilita muchas tareas, los seres humanos tenemos una inclinación natural a relacionarnos con los demás. Somos seres sociales por naturaleza, algo que ha sido confirmado también por otros autores y estudios en la actualidad.
Recuerdo una anécdota reciente de mi universidad. Me ofrecieron la opción de completar el resto de mi carrera de manera 100% remota, y lo consideré muy seriamente. Sin embargo, llegué a la conclusión de no optar por esa opción, precisamente por lo que mencioné anteriormente: nada reemplaza la experiencia de estar en clase con los compañeros, interactuar con los docentes, y participar en las dinámicas presenciales.
Sé que la modalidad presencial no funciona para todos, y que algunas personas prefieren estudiar de manera remota. Sin embargo, hablo desde mi experiencia, ya que parte de mi carrera la llevé de forma virtual, y en ocasiones me sentí aburrido o desconectado al asistir a clases online. Además, no es solo mi caso. Tengo compañeros a quienes también les ha costado aprender de manera virtual, o lo poco que aprendieron ya no lo recuerdan bien.
La virtualidad nos brinda muchas ventajas, pero nunca podrá reemplazar por completo el toque humano de la convivencia ni la interacción, que, en muchos casos, mejora el bienestar de las personas.
¿Tu que opinas?, ¿Qué otras ventajas nos trae el trabajar o estudiar de manera presencial?